Existe un buen número de cosas del hogar en las que no reparamos y que pueden ser peligrosas para nuestros perros. Es particularmente importante estar alerta a ésto, porque, como usted sabe, los perros son carroñeros por naturaleza capaces de comer casi cualquier cosa que caiga en sus fauces. Yo diría que mi perro es casi un bote de basura con patas.
También es muy importante ser consciente de cuáles son esos elementos peligrosos, ya que el sentido del olfato está tan desarrollado en los perros que su chucho será capaz de encontrar cosas que usted cree bien escondidas.
Uno de estos alimentos comunes, como supondrá, es el chocolate. Recientemente se ha demostrado que el chocolate contiene antioxidantes beneficiosos para el ser humano, pero puede ser mortal para las mascotas, en especial para los perros. Los gatos no corren tanto peligro, ya que no les interesa el chocolate, pero los perros tienden a volverse locos por él. Ciertas razas de perros reaccionan con indiferencia ante esta golosina. La raíz del problema es que el chocolate contiene ciertas sustancias químicas llamadas alcaloides de metilxantina (algunos tipos de chocolate contienen más cantidad que otros). Pequeñas cantidades de estas sustancias pueden causar problemas muy serios como la constricción de las arterias y un incremento del ritmo cardíaco. Grandes cantidades pueden causar síntomas más graves, y una barra de ½ kg. puede matar a un perro de 8kg.
Si descubre que su perro ha comido chocolate, tome nota del tipo, y trate de calcular la cantidad ingerida. Llame al veterinario o a un servicio de emergencias urgentemente. Asegúrese de que sus hijos sepan lo importante que es guardar los chocolates fuera del alcance de su perro.
Si no se da cuenta de que su perro ha comido chocolate, las consecuencias pueden ser serias. Si no se descubre la ingestión dentro de las 4 a 6 horas y no se le brinda el tratamiento adecuado, el perro puede sufrir fallas cardíacas, ataques de apoplejía, coma y puede llegar a morir.
Además del aparentemente inocente chocolate, hay varias otras sustancias de uso común en el hogar (comestibles o no) que pueden parecer inofensivas para los perros, pero que en realidad encierran serios peligros.
Algunas setas, por ejemplo, pueden producirles dolor abdominal, daños hepáticos y renales y anemia. Tenga cuidado de que su perro no ingiera setas si lo saca a pasear por áreas boscosas. El ajo puede parecer benigno pero les causa vómitos, daños en el hígado, anemia y diarrea, así que no le de a su mascota alimento para bebés, ya que éste puede contener ajo. El anticongelante puede inutilizar los riñones de los perros, y normalmente a ellos les encanta su sabor. La cebolla les causa daños hepáticos, anemia y diarrea, y también suele encontrarse en la comida para bebés. Los gatos son más sensibles a la cebolla, así que mantenga a ambos lejos de ella.
El café, como el cacao, es particularmente peligroso, y puede ocasionar aumento del ritmo cardíaco, diarrea, ataques de apoplejía, coma y la muerte. La cafeína no tiene los mismos efectos sobre los perros.
Cuando salga, tenga cuidado con los manzanos y cerezos. Las frutas no hacen daño, pero las hojas y las raíces son peligrosas.
Y preste especial atención a las bolitas de naftalina. El naftaleno es extremadamente tóxico para los perros y puede causarles temblores y ataques de apoplejía.
En cuanto a los alimentos para perros, debe tener precaución con los colorantes y otras sustancias químicas. El BHA, por ejemplo, que es uno de los principales conservantes antioxidantes usados para prevenir la decoloración de los alimentos, puede causar cáncer en ratas de laboratorio en ciertas dosis. Los resultados no son claros aún sobre las dosis pequeñas, pero se debe tener cuidado, porque los perros consumen sus alimentos especiales a diario.
Muchas marcas comunes de alimento para perros tienen grandes cantidades de sodio para hacerlos más sabrosos, y ésto también es dañino para el perro.
Otros ingredientes que se deben evitar son los lácteos, subproductos, conservantes químicos y colorantes artificiales.