El perro guía es una opción de ayuda a la movilidad de las personas ciegas, contribuye a su seguridad, agilidad y desenvolvimiento en sus desplazamientos, favoreciendo su autonomía personal y, por tanto, a su incorporación a la vida social, laboral y cultural.
Además, supone hacerse cargo de un ser vivo que requiere como tal una serie de cuidados físicos, psíquicos y afectivos, así como un coste económico añadido para el usuario que incluye gastos de comida, veterinario, peluquería, seguro de responsabilidad civil, etc.